Los diseñadores tenemos un fantasma bajo la cama. Es lo que más miedo nos provoca. Te han encargado un nuevo proyecto. Te han dado las directrices más o menos claras. Te han enseñado los trabajos anteriores y los de la competencia, para decirte lo que les gusta y lo que no. Y al final te dicen: “Confiamos en tu trabajo, el diseñador eres tú”. Vas a tu estudio, y te pones a pensar. Eres un profesional y sabes cómo resolver el encargo. Seleccionas las fotos más adecuadas de entre las que te han facilitado. Buscas en los bancos de imágenes las que faltan y que mejor pueden ilustrar la idea y comienza el diseño del Layout. Repartes la información como mejor convenga a la comprensión del mensaje. Intentas ordenarla para que la lectura sea fácil y lógica. Destacas la idea principal, como te enseñaron los maestros. Eliges la tipografía más adecuada, dependiendo del público al que se dirige y la cantidad de texto que tenga. Una que se lea bien para el grueso de la información y como mucho otra
El blog de José Carlos León Delgado. Desde 2005, comentarios sobre publicidad, marketing, diseño y comunicación.