La mayoría cree que los autores, músicos y discográficas se están forrando con el cobro de derechos. Pero no es verdad. Sólo unos pocos se reparten el dinero de todos. Los primeros perjudicados por el cobro de derechos son los propios autores, pues la entidad que los gestiona, a modo de monopolio avalado por el gobierno, actúa en primer lugar contra ellos. Os contaré dos casos reales. El año pasado organicé un concierto como promotor, siendo manager del artista que actuaba, y propietario de parte de los derechos como editorial y discográfica independiente. Para poder vender las entradas en El Corte Inglés, tuve que presentar un certificado de la SGAE como prueba de haber pagado por adelantado el 10% de la taquilla total (antes de venderla) en concepto de derechos de autor. Lo normal sería que en algún momento, la SGAE me devolviera ese dinero, pues los derechos, aunque los gestionen ellos, son nuestros. ¿Verdad? Pues no hemos visto ni un euro, porque se lo quedan ellos. Así funcionan.