Durante este año hemos podido asistir a numerosos estrenos de cine en tres dimensiones, tanto de imagen real como de animación. Una avalancha que tiene su origen en la necesidad de la industria de defender sus niveles de audiencia frente a internet y la pirateria. A nadie se le escapa que la tecnología exclusiva de proyección en salas, es la mejor manera de incentivar al espectador para que no se limite a ver una película en un dvd pirata, o descargada de internet. Personalmente soy de los que creen que para ver una película pixelada en una pantalla de ordenador es mejor no verla, pero es evidente que a millones de personas no les importa. Así, que mientras en países como España se trata de mantener la industria a base de subvenciones, en un mercado liberal como el americano ésta se busca sus propios métodos de defensa, mejorando la oferta aunque sea aumentando los costes de producción.
Se trata de ofrecer un producto que no pueda competir con la comodidad el salón de tu casa, y junto al retorno de las salas con pantalla gigante por la que apuestan los exhibidores, las productoras recurren a un truco que siempre les ha funcionado: el cine espectacular y la técnica 3D. Igual que en los años 50.
Aunque la imagen en tres dimensiones tiene casi la misma antigüedad que la imagen en movimiento (la patente de la cámara stéreo es de 1900), fue en esa década cuando se explotó comercialmente con más intensidad, y la razón no fue otra que la competencia que representaba la incipiente televisión en color. Si la gente prefería quedarse en casa viendo una pequeña pantalla, había que ofrecerle algo que no pudiera tener en su salón. Surgen así tecnologías como el Cinemascope y el impulso del cine tridimensional.
De esos gloriosos años son películas de culto como House of Wax , The Black Lagoon Creature o Dial M for Murder, de Hitchcock, como lo será dentro de unas décadas probablemente Up! de Disney Pixar.
La cuestión es que se trata de un arma temporal, porque el truco, como el de los magos, dura poco. Actualmente se están desarrollando sistemas de 3D para monitores de TV y ordenadores, incluyendo las consolas como PSP o los MAC, que permitirán disfrutar de este tipo de películas en casa, incluso sin necesidad de usar gafas especiales polarizadas, como ya prueba en TDT "La Opinión TV" usando monitores especiales autoesteroscópicos, usados hasta ahora sobre todo para técnicas de diagnóstico médico.
Por cierto, tal vez no sepas que no todo el mundo puede disfrutar de ese efecto tan espectacular, como les ocurre a quienes sufren de "ojo vago".
Habrá que ver como se defiende Holywood entonces, aunque de momento, las cifras hablan de que las películas 3D obtienen tres veces más ingresos que el mismo título en 2D.
Disclaimer: Esta entrada se publicó anteriormente en el blog colaborativo en el que participo, Ilustrae.com
Comentarios
Excelente no, mejor que excelente este post, Jose Carlos.
Por otra parte, la mejor defensa contra la piratería es eso, ofrecer cosas que no se pueden copiar y por las que la gente está dispuesta a pagar. No sé si el 3D puede ser un revulsivo, pero al menos es un intento de diferenciación.
No niego que se genera un nuevo tipo de "experiencia de uso", pero lo que me hace amar el cine son las buenas historias, bien contadas, bien interpretadas, con una buena B.S.O. y esas cosas de toda la vida. Yo me conformo con la sala a oscuras, el público en silencio y a disfrutar.
Cuando la película es realmente buena, te acaba envolviendo en esa tercera dimensión que no hay efecto especial capaz de imitar. Y si me apuras, hasta en la cuarta. Supongo que en algún caso puede ser un valor añadido, y al fin y al cabo también es I+D, así que adelante. Como siempre, el peligro de estas tecnologías es que acaben siendo el principal atractivo, y no un elemento más del conjunto.
http://www.abandomoviez.net/db/pelicula.php?film=1104
o directamente
http://www.youtube.com/watch?v=roxxXSc15GQ
Yo por ejemplo, siempre fui incapaz de ver esas láminas 3D que había hace unos años que eran dibujos abstractos y si te fijabas mucho mucho veías cosas. Yo nunca vi nada....;-(
Por cierto, creo recordar que la película que dices la vimos juntos, tal vez en el Dúplex, el Benlliure o el Salamanca...todos desaparecidos ya, no?