El Domingo 16 de marzo, en el suplemento de ABC Infoempleo se publicó
una de esas entrevistas que cuando las lees, te sientes identificado
inmediatamente con el personaje, y te dan ganas de llamarle para darle las gracias por decir lo que otros no se atreven.
Con la tranquilidad que da haber ganado el último Premio Nacional de Diseño y numerosos Laus , la diseñadora Pati Núñez se atreve con dos verdades como
puños:
Por desgracia, el diseño y la publicidad están llenas de ejemplos muy caros
de trabajos que sólo tienen una justificación estética. Fuegos de artificio,
tan luminososo como vacuos. Claro que hay que hacer cosas bonitas, pero eso
no basta.
Tuve un jefe del que aprendí muy pocas cosas buenas, pero una la
tengo grabada en la cabeza: "No digas tubérculos cultivados a un precio
incomparable, di simplemente patatas a cinco pesetas". No era una filosofía totalmente acertada, pero me dejó bien claro que la eficacia está por encima de la estética. Que vale más el fin que los medios...
La segunda verdad que encierra la entrevista, es una confesión que no había oído nunca, pero había experimentado infinidad de ocasiones:
¿Cuánto se tarda en diseñar un logotipo, un envase, un anuncio...? La cuestión no es baladí, porque en muchas ocasiones el precio está ligado al tiempo dedicado. Yo nunca he aceptado el pago o cobro por horas si puedo evitarlo, porque el proceso creativo no puede sujetarse a un cronómetro. Pero sí hay quien valora así el trabajo de diseño, así que hay que tenerlo en cuenta.
La técnica y la experiencia puede permitir a un diseñador realizar un trabajo correcto en un plazo limitado, pero la "Gran Idea" nunca sabes cuando llegará. Lo paradójico del caso es que en mentes entrenadas, o tal vez en espíritus creativos avanzados (desconozco el grado de frecuencia con que ocurre como para saber si son casos extraños o superdotados) es verdad que en la primera toma de contacto puedes ver muy claro el concepto y casi puedes darle la forma definitiva...pero NO PUEDES CONFESARLO!
¿Una inspiración al estilo "flechazo" es más cara o más barata?...depende del prestigio del diseñador, supongo. Si no lo tienes, pensarán que has improvisado, que no has madurado y que no es un buen trabajo...si tienes un buen curriculum, probablemente lo tomen por una genialidad o por una excentricidad.
Pero supongamos que el cliente valora en su justa medida esa capacidad de crear "sobre la marcha"...el peligro es aún mayor, porque entonces es probable que pretenda que te lleves un portátil a la reunión y le dejes el trabajo hecho, o ir a tu estudio y "llevárselo puesto".
Y tal vez eso sea hasta rentable para el diseñador si sabe venderlo bien, pero no sería totalmente honesto, porque si bien es cierto que una idea puede surgir a la primera, no lo es menos que un buen diseño final necesita ser madurado y depurado. El mejor "control de calidad" de un diseño es el tiempo. Sólo con la perspectiva del paso de las horas, el diseñador puede estar totalmente seguro de su trabajo. Lo contrario, me parece magia o prepotencia.
De hecho, la propia Pati Núñez lo reconoce cuando dice: "El plazo medio de presentación de un trabajo urgente son 20 días"...tal vez para curarse las espaldas ante las prisas excesivas, tal vez para asegurarse de lo presentado, o tal vez, porque como dice el refrán, "La mujer del César además de pura, debe parecerlo"
una de esas entrevistas que cuando las lees, te sientes identificado
inmediatamente con el personaje, y te dan ganas de llamarle para darle las gracias por decir lo que otros no se atreven.
Con la tranquilidad que da haber ganado el último Premio Nacional de Diseño y numerosos Laus , la diseñadora Pati Núñez se atreve con dos verdades como
puños:
"El diseñador gráfico tiene que tener claro que el diseño es comunicación,
pero hay muchos que no lo saben, simplemente hacen algo bonito"
Por desgracia, el diseño y la publicidad están llenas de ejemplos muy caros
de trabajos que sólo tienen una justificación estética. Fuegos de artificio,
tan luminososo como vacuos. Claro que hay que hacer cosas bonitas, pero eso
no basta.
Tuve un jefe del que aprendí muy pocas cosas buenas, pero una la
tengo grabada en la cabeza: "No digas tubérculos cultivados a un precio
incomparable, di simplemente patatas a cinco pesetas". No era una filosofía totalmente acertada, pero me dejó bien claro que la eficacia está por encima de la estética. Que vale más el fin que los medios...
La segunda verdad que encierra la entrevista, es una confesión que no había oído nunca, pero había experimentado infinidad de ocasiones:
"A veces, en la misma reunión donde te explican cuál es el trabajo ya ves
clarísima la solución y antes de que se haya ido el cliente lo tienes
diseñado en la cabeza, otras los conceptos no son tan fácilmente
traducibles".
¿Cuánto se tarda en diseñar un logotipo, un envase, un anuncio...? La cuestión no es baladí, porque en muchas ocasiones el precio está ligado al tiempo dedicado. Yo nunca he aceptado el pago o cobro por horas si puedo evitarlo, porque el proceso creativo no puede sujetarse a un cronómetro. Pero sí hay quien valora así el trabajo de diseño, así que hay que tenerlo en cuenta.
La técnica y la experiencia puede permitir a un diseñador realizar un trabajo correcto en un plazo limitado, pero la "Gran Idea" nunca sabes cuando llegará. Lo paradójico del caso es que en mentes entrenadas, o tal vez en espíritus creativos avanzados (desconozco el grado de frecuencia con que ocurre como para saber si son casos extraños o superdotados) es verdad que en la primera toma de contacto puedes ver muy claro el concepto y casi puedes darle la forma definitiva...pero NO PUEDES CONFESARLO!
¿Una inspiración al estilo "flechazo" es más cara o más barata?...depende del prestigio del diseñador, supongo. Si no lo tienes, pensarán que has improvisado, que no has madurado y que no es un buen trabajo...si tienes un buen curriculum, probablemente lo tomen por una genialidad o por una excentricidad.
Pero supongamos que el cliente valora en su justa medida esa capacidad de crear "sobre la marcha"...el peligro es aún mayor, porque entonces es probable que pretenda que te lleves un portátil a la reunión y le dejes el trabajo hecho, o ir a tu estudio y "llevárselo puesto".
Y tal vez eso sea hasta rentable para el diseñador si sabe venderlo bien, pero no sería totalmente honesto, porque si bien es cierto que una idea puede surgir a la primera, no lo es menos que un buen diseño final necesita ser madurado y depurado. El mejor "control de calidad" de un diseño es el tiempo. Sólo con la perspectiva del paso de las horas, el diseñador puede estar totalmente seguro de su trabajo. Lo contrario, me parece magia o prepotencia.
De hecho, la propia Pati Núñez lo reconoce cuando dice: "El plazo medio de presentación de un trabajo urgente son 20 días"...tal vez para curarse las espaldas ante las prisas excesivas, tal vez para asegurarse de lo presentado, o tal vez, porque como dice el refrán, "La mujer del César además de pura, debe parecerlo"
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