El Tribunal Supremo Sueco ha condenado a las cadenas de televisión por haber violado los derechos de autor, la propiedad intelectual y el concepto artístico de películas, por cortarlas para emitir publicidad.
Así, y al sentar jurisprudencia, en el futuro las películas sólo podrán ser emitidas de una pieza, tal y como las concibió su autor y se exhibieron en las salas de cine, salvo autorización expresa.
Con esta nueva norma, o se respeta la obra original, o se tendrá que pagar más al propietario por "destrozarla". Porque "hecha la ley, hecha la trampa" y ya veremos si finalmente se acaba con las pausas publicitarias, o los autores ceden a las presiones de las cadenas y firman la autorización. Porque al fin y al cabo, a los cineastas también les sirve de promoción para futuras películas su emisión en Tv, amén de los ingresos por derechos que puedan dejar de cobrar si se niegan a aceptar los cortes.
Este éxito judicial, aunque tal vez provisional, se debe a la cruzada emprendida por dos realizadores suecos, Claes Eriksson y Vilgot Sjöman, siguiendo la estela de Ingmar Bergman quien llegó a decir:
¿Secundarán otros países esta iniciativa?. En Italia ya lo intentó Federico Fellini y no lo logró.
Vía Control
Así, y al sentar jurisprudencia, en el futuro las películas sólo podrán ser emitidas de una pieza, tal y como las concibió su autor y se exhibieron en las salas de cine, salvo autorización expresa.
Con esta nueva norma, o se respeta la obra original, o se tendrá que pagar más al propietario por "destrozarla". Porque "hecha la ley, hecha la trampa" y ya veremos si finalmente se acaba con las pausas publicitarias, o los autores ceden a las presiones de las cadenas y firman la autorización. Porque al fin y al cabo, a los cineastas también les sirve de promoción para futuras películas su emisión en Tv, amén de los ingresos por derechos que puedan dejar de cobrar si se niegan a aceptar los cortes.
Este éxito judicial, aunque tal vez provisional, se debe a la cruzada emprendida por dos realizadores suecos, Claes Eriksson y Vilgot Sjöman, siguiendo la estela de Ingmar Bergman quien llegó a decir:
"Cuando veo una película en televisión interrumpida por anuncios me enfado, la tensión me sube y entro en Shock emocional"
¿Secundarán otros países esta iniciativa?. En Italia ya lo intentó Federico Fellini y no lo logró.
Vía Control
Comentarios
Personalmente, no acabo de verlo claro. Por un lado, me atrae la idea de unos autores que defienden la integridad de sus obras frente a la visión púramente comercial de los explotadores (cadenas de TV, distribuidores, etc.). Pero, por el otro, me asusta la idea de que los derechos de autor lleguen al extremo de que el director de una película pueda decidir cómo debe verse su obra y cómo no. Si pueden llegar a prohibir los cortes publicitarios... ¿por qué no prohibir el doblaje, por ejemplo? Es un tema peliagudo.
Es muy interesante tu punto de vista. Si lees habitualmente nuestro blog verás que solemos ser muy críticos con los "efectos perniciosos" de la publicidad, aunque vivamos de ella.
Además de publicitario soy cinéfilo, y también me encuentro un poco dividido. La primera aberración es ver una película en una pantalla de TV, por lo menos hasta la invención de las pantallas de plasma y los Home Cinema.
Es un debate entre los que opinan que el arte y la cultura debe ser pura, o accesible al público. Pero sea como sea, alguien tiene que pagarla. Si usas un canal digital de pago, no tienes anuncios, si la ves en abierto, pagan los anunciantes por tí.
El término medio son los telefilms, creados para la TV y con planos pensados para servir de corte publicitario.
Los derechos de autor se están convirtiendo en un problema en España gracias a la SGAE, y con esta pista, tal vez le estemos dando ideas...
En francia, la cadenas privadas pueden solo :
- poner 2 cortes de publicidad de 6 minutos por pelicula (maximo 1 corte de 6 minutos por hora)
- el inicio y el final de la publicidad tienen que ser claramente identificados (y no ponr esa musicita cada 3 minutos para hacerte creer que vuelve el programa)
- no pueden subir el volumen del sonido durante la publicidad (y sino tienen multas que se les hace pasar las ganas de repetir, incluido para cadenas grandes)
Creo que estas normas respetan al los telespectadores.