Si hay un tema que supera en polémicas y sensibilidad a la ecología, es el feminismo y la lucha por la igualdad. Pues llega Volkswagen y se saca de la manga la campaña más anacrónica que podía haber hecho en 2016, con un objetivo de marketing de libro. De libro antiguo, claro.
Después del escándalo con los motores trucados, que convertía en GreenWashing, mejor dicho fraude, sus campañas anteriores como ya denunció Greenpeace en el spot de contrapublicidad que se hizo viral, ahora parece que se toman a guasa lo de ser macho.
Dice la nota de prensa oficial enviada por su agencia, luego aprobada por la marca, y no sé hasta qué punto fiel al briefing:
"DDB España acaba de lanzar una campaña digital con el objetivo de “masculinizar” el emblemático Beetle de Volkswagen."
Y lo explica, más adelante: El claim de la campaña, “Este ya no es el Beetle que conocías”, pretende reflejar el carácter renovado de este vehículo. “Más power y menos flower”. Más tecnología, más adrenalina y un diseño más deportivo.
¿Perdona?
Uno tira de lo que aprendió, y adivina que los estudios de mercado demuestran que el modelo Beetle lo deben estar comprando más mujeres que hombres, y que a éstos les debe parecer un coche poco deportivo o "agresivo" ¿No les suena ya tremenda la palabra "agresivo" junto a "masculinizar"?
No hace falta ser feminista activista para darse cuenta de que en la sociedad actual, que busca la igualdad de género de forma evidente, pública y notoria, la campaña es poco afortunada.
Y esta vez, con dolor de mi corazón, y sabiendo que me gano algún nuevo enemigo... la culpa es de la agencia. Porque la campaña, en sí misma, no dice eso. Sólo vende un coche más deportivo de lo que todos tenemos en la cabeza al recordar un Beetle. Bueno, en realidad es mentira, porque los de mi generación recordamos a Herbie, como un coche divertido y deportivo. No sé si masculino, pero deportivo. ¡Anda!, si en Walt Disney ponían a una mujer conduciendo... Los de Volkswagen no se enteran, lo dicho.
Por cierto, el anuncio tiene para mí algo peor, y es que bordea la legislación referente a no presentar los coches de forma que inciten a la velocidad o la conducción deportiva e irresponsable. Lo hace poniéndolo en un circuito cerrado, pero, como todos sabéis, lo normal no es ir los domingos a un circuito y el mensaje emocional y aspiracional que vende es que podrás sentir eso en... ¿una autopista a 120?
Juzguen ustedes. No me sean nenazas. (¿A que suena mal?)
Aquí tenéis la Nota de Prensa original:
Hace muy pocos años, yo mismo hubiera dicho en este blog que esta campaña molaba mucho. Pero creo que los tiempos cambian, y creo en la responsabilidad de lo que comunicamos.
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