Ir al contenido principal

Nos sobran los motivos, me temo


Hoy es el Día Internacional para la Lucha contra el SIDA y coincide con el #GivingTuesday; comienza Dressember como ayer acabó Movember; Durante quince días se pedirán medidas contra el Cambio Climático en la COP21 y otro tanto la campaña contra la violencia de género de la ONU; el fin de semana pasado tras el Black Friday llegó la Gran Recogida de Alimentos… por cierto que otra vez se superaron los objetivos, este año con un millón de kilos más que el pasado.  Campañas y reivindicaciones que se solapan unas sobre otras en una especie de gran supermercado del cambio social en el que cada día hay una oferta.  A veces somos Charlie, otras París (casi nunca Nigeria) y algunos todavía se acuerdan de Haití.

Nos sobran los motivos para hacer algo, aunque por desgracia se quedan en donaciones generosas puntuales, o la difusión de un Hashtag y el cambio de la foto de perfil durante unos días. Y luego, volver a empezar.

Las grandes campañas de visibilidad y concienciación están muy bien. Aunque ya se empujen unas con otras y haya tanto ruido en el mercado de la solidaridad como en el de cualquier otro sector, cada nicho tiene su público, y a mí que me gusta buscarle el lado positivo a las cosas, me parecen estupendos los esfuerzos aunque sean puntuales.

¿Pero, en serio, qué hacemos cada día por cambiar las cosas? ¿Clicks?

Una de las máximas del Cambio Social es "Piensa global, actúa local". Te propongo una serie de actos que puedes hacer a diario para cambiar tu mundo. El que te rodea, que también rodea a otros y por tanto, cambias también el suyo. Son cosas muy pequeñitas, que a veces dan pereza, y otras rabia al ver que los demás no las hacen, pero que pondrían a prueba tu voluntad real de conseguir un mundo mejor.

1. Pregunta más y juzga menos. Puedes llamarlo empatía o justicia, Piensa que muchas personas libran una batalla por dentro que no conoces y que otras tal vez ni sean conscientes de lo que están haciendo. Pregunta primero, trata de ayudar después y si crees que debes corregirle en algo, en todo caso, argumenta.

2. Ofrece más, pide menos. Haz memoria de cuántas veces nos sentimos ofendidos por no recibir lo que esperamos y cuántas veces exigimos lo que no nos hemos ganado directamente. Exigir a los demás es una espiral. Empieza por no pedir si no es necesario, y luego intenta ofrecer sin esperar a que te pidan. Los resultados son sorprendentes.

3. Llama o visita a los amigos y familiares que no están en su mejor momento. Probablemente no te lo hagan saber, o te lo digan de forma indirecta. Esos son los que necesitan tu compañía y que les escuches. Los que tienen éxito, están rodeados de sus cuadrillas, si quieren compartirlo contigo, lo harán.

4. Compra menos, compra mejor. El Black Friday está bien si sirve para comprar más barato lo que ya necesitabas. Comprar por comprar es otra cosa. Cada uno hace con su dinero lo que quiere, y soy defensor de un modelo económico en el que el consumo genera empleo, desarrollo y riqueza a repartir. Pero puede que no necesites dos camisetas de 10€ fabricadas en Bangladesh y prefieras una de 20€ ecológica y pintada a mano en tu pueblo. Se llama Slow Fashion, y puedes aplicarlo a la tecnología ¿De verdad necesitas otra tele antes de que se rompa? No te digo que dones tu sueldo a oenegés (no estaría mal tampoco) sino que compres de forma responsable sabiendo a quién beneficia o perjudica. Tranquilos, que el mercado se adaptará a la demanda y ganaremos todos.

5. No dejes huella, si no es positiva. ¡Hay tantos mini actos de cambio que nadie valora! A ver cuántas cosas de estas has visto hacer hoy: No tires colillas ni papeles al suelo. Respeta las plantas de la calle, no aparques en doble fila, no trates con desprecio a los cajeros del supermercado o los dependientes de la tienda, no te cueles en la gasolinera, cede el asiento en el bus, no toques el claxon en los semáforos… hay tantas cosas que hacemos y que son desagradables, generan tensión o suponen gasto para los presupuestos que pagamos con impuestos, tanto microegoismo y falta de respeto a los demás que lo fácil es culpar al sistema, al gobierno o a los otros. Pero los demás, somos nosotros.

Y por supuesto, hacer de la ocasión un hábito. Celebrar cada día una causa está bien, pero lo importante es mantenerla. Acusamos a las marcas de hacer GreenWashing porque lavan su imagen con campañas ecológicas mientras contaminan o realizan prácticas fraudulentas a diario, pero no nos miramos cuando después de pedir ayuda para los refugiados en redes sociales miramos para otro lado, en el mejor de los casos, al ver a alguien durmiendo en la calle.

Es fácil cansarse de ser solidario cuando cada día hay dos o tres campañas para apoyar y mientras las noticias siguen siendo las mismas. Pero buscar y mantener una causa, de forma privada, durante todo el año trae muchas más recompensas. Y empezar por ser nuestra propia ong, cambiando nuestro entorno con pequeños gestos, es una forma de sentirse útil.

Y es difícil, lo reconozco. El jueves pasado era el Día de Acción de Gracias. Una costumbre americana que aquí no tenemos, aún, pero conocemos. Y recordé cuando era niño y en el colegio de curas bendecíamos la comida a diario. Nunca lo hice en casa, creo, pero la semana pasada, a la hora de la cena, me paré un momento a ser consciente de la suerte que tenía por cenar caliente, como todas las noches. Me pareció que debía empezar a hacerlo cada día, porque de alguna manera, también significa ser consciente del esfuerzo personal realizado para tenerlo y una forma sencilla de entender que la palabra éxito nada tiene que ver con los lujos. Me propuse hacerlo, como digo, pero no lo hice. Somos presa de los impulsos y las emociones del momento, pero de memoria frágil. Seguiré intentándolo.

Comentarios

J-. r. ha dicho que…
Vaya... No nos dejas fácil comentar, porque al leerte, por cada punto que uno puede decir "¡eso ya lo hago, soy un tipo estupendo!" nos asaltas con otros dos que, efectivamente, no habíamos pensado que estaban en nuestra mano.
Un post para leer y releer dentro de un tiempo, y comprobar si los propósitos que nos inspiras se han cumplido o si somos también de memoria frágil.
Estupenda entrada. La comparto ;)
Gracias Jokin, comentar ya es una forma de aportar algo, y dice mucho.

Confieso que me siento superado por tanta acumulación de causas que apoyar, y frustrado de ver cómo cambia todo tan despacio, y entonces me doy cuenta de que si no sirven de ejemplo los pequeños actos personales, por lo menos puedes decir que estás haciendo algo. Escribir post es algo, pero poco también. Y si tiro la primera piedra, me doy en la cabeza fijo.

Un abrazo.
J

Entradas populares de este blog

Aston Martin y Renault comparten idea y mal gusto

Spoiler: en este post de 2013 me comí un fake con patatas. Sin embargo, lo mantuve actualizándolo porque la argumentación de fondo, y la otra campaña analizada, eran válidas. Decía así... Parece que vender coches usados despierta los mismos bajos instintos en algunos creativos de forma recurrente. El machismo y el mal gusto llevado a su máxima expresión, dirigiendo un mensaje sexista totalmente desproporcionado. Hace unos años comentaba la horrible campaña que Renault lanzó en Colombia comparando un coche usado con una mujer divorciada: Entonces no me gustó, aunque pensé que era propio de otro nivel cultural o social. Pero cuando veo que una marca supuestamente aspiracional y de lujo repite concepto, en una sociedad presuntamente más avanzada, es cuando pienso que algunos anunciantes deberían hacérselo mirar. La Publicidad me gusta, pero esta no. ACTUALIZACIÓN: 16:00. Pues efectivamente me he tragado un Fake como una casa. Aunque como explica su creador, en

De una vez por todas: Zara sí hace publicidad

Lo has oído mil veces. Es el mantra de muchos: Zara no hace Publicidad. Pero sí. La hace. Hizo publicidad y la hace cada vez más. Lo siento especialmente por los que usan el ejemplo en sus conferencias sin haber trabajado en Inditex ni para ellos. Y también por los que dijeron que la publicidad había muerto y lo usaban de ejemplo. Pero os voy a explicar, de una vez por todas, la publicidad de Zara. Empecemos por el principio: Qué es Publicidad Lo primero es lo primero, y para decir que una marca no hace publicidad hay que saber qué es eso. Por supuesto, hay quien simplemente confunde Marketing con Publicidad. Dejemos claro desde ya que Zara hace marketing del bueno y mucho . Si afirmamos que su principal activo son sus tiendas bien situadas, su gestión del retail interior y sus escaparates —el tópico— efectivamente es cierto, y es una de las 4 P del Marketing Mix (Placement/Punto de Venta). Pero no sería "Publicidad" aunque, los escaparates, sí podrían considerarse

Packaging: Sugerencia de presentación, o timo de la estampita

Seguramente habéis visto en muchos envases de alimentos la leyenda "sugerencia de presentación" para dejar claro que la foto no representa exactamente el contenido del pack. Eso es evidente cuando compras una lata de atún y en la foto aparece integrada en una ensalada, pero en otras ocasiones, se trata de platos preparados en los que la imagen debería ser fiel al contenido. Es la diferencia entre comprar una conserva en lata o en frasco de cristal transparente. Como me decía un cura hace muchos años, "la fe es comprar una lata de sardinas...no ves las sardinas, pero sabes que están dentro" . Si compras un frasco transparente, puede gustarte o no el producto, pero sabes lo que compras...si por el contrario eliges una lata... compras por la foto , y como nos ha descubierto ngonza en su blog Kit de Primeros Auxilios , existe una web alemana dedicada a comparar las "sugerencias de presentación" con la realidad. O cómo la ciencia ficción llega a la gastronom