Frente a artículos apocalípticos como los del subdirector de eldiario.es que parecen quieren convencernos de que no sólo no tenemos remedio sino que además, intentar motivarnos es casi una ofensa, existe otra forma de ver el mundo.
Al destructivo artículo citado no lo pienso enlazar, pero sí a cómo lo ve Adolfo Suárez, @Cosechadel66 porque firmaría cada párrafo.
Cuanto más lo critican, más apoyo la iniciativa de Campofrío. Hay quien me ha preguntado que si con esos anuncios venderán más chopped, y mi respuesta la tengo clara. Si encima no venden más, mayor valor tiene que inviertan en esa estrategia.
Pero si lo que no gusta es el tono de Campofrío, que lo ha hecho manteniendo la línea de humor ¿negro? que emprendió con "Cómicos", aquí tenemos a Nestlé que lo hace con el mismo fondo, pero con una forma algo más realista. Y sin embargo, más sensiblera.
En su copy encontramos una frase que marca la diferencia:
"Quizá me quedo con que hay gente, hay mucha gente, que sí que ayuda a otra gente. La imagen de ver 500 personas delante de un piso para que no desahucien a otro... Esa imagen tiene que salir más. No podemos ver las imágenes del New York Times de España en blanco y negro".
Lo que subyace de estos anuncios, tanto del de Campofrío recordando lo que hemos hecho como sociedad en la Historia como el de Nestlé en un tono más cercano, intimista y personal, es la evidencia de que si queremos, podemos.
Recordar los siete Premios Nobel o los éxitos deportivos sirve para decirnos, a la cara, que haber nacido en España no nos condiciona al fracaso. Que cuando hay esfuerzo personal, se convierte en colectivo.
Y mientras unos se vuelcan en encontrar cada día un nuevo motivo para estar amargados, asustados y paralizados por el miedo, otros han decidido que ya está bien. Y personalmente, después de veinte años en marketing, estoy encontrando una nueva motivación para trabajar en lo que hago. Porque, de verdad, creo que La Publicidad puede salvar el mundo.
Recordar los siete Premios Nobel o los éxitos deportivos sirve para decirnos, a la cara, que haber nacido en España no nos condiciona al fracaso. Que cuando hay esfuerzo personal, se convierte en colectivo.
Y mientras unos se vuelcan en encontrar cada día un nuevo motivo para estar amargados, asustados y paralizados por el miedo, otros han decidido que ya está bien. Y personalmente, después de veinte años en marketing, estoy encontrando una nueva motivación para trabajar en lo que hago. Porque, de verdad, creo que La Publicidad puede salvar el mundo.
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