En el segundo post, critiqué los aspectos negativos del famoso canon, que lejos de ser una solución, ha supuesto un nuevo problema.
Antes de nada, necesito situar el escenario en su cruda realidad.
La Piratería existe y es mala.La pirateria es una forma de robo. No es una acto romántico a lo Robin Hood. Es simple y llanamente quitarle a alguien algo de valor para obtener beneficio. En este contexto, las formas de piratería serían: el Top Manta y el Intercambio de Archivos P2P.
El Top Manta, primero de los problemas a los que se enfrentó la industria con la posibilidad de duplicar de forma rápida, barata y sencilla los discos es el caso más asombroso de inconsciencia colectiva por su pervivencia, es decir, por su clientela sin escrúpulos, entre los que se encontrarán, me temo, algún lector de este post o a buen seguro, alguien que conozcas.
No encuentro ninguna razón para justificar su compra, pero por si no lo has pensado, te daré las que encuentro en su contra:
- Los vendedores callejeros son lo más parecido a un esclavo. Son traídos de forma ilegal por mafias y extorsionados y explotados para trabajar en la calle, sin ningún tipo de cobertura social (no pensarás que tienen nómina) y obligados a vender mercancía ilegal para pagarse la libertad, igual que las prostitutas.
- Son competencia desleal a los comercios legales. No pagan licencias, impuestos, seguros sociales...
- Vale, no estás dispuesto a que una multinacional se forre con tu dinero...¿crees que duplicar miles de discos al día en una nave industrial con equipos de producción masiva es gratis? ¿Crees que no se está forrando alguien que duplica esos discos sin gastar un solo euro en la creación, la producción o la promoción...? ¡Pues claro que tu dinero enriquece a alguien, pero a un delincuente!
- Y todavía hay quien pide que se despenalice...
El intercambio de archivos P2P. No te asustes. Que quede claro que pienso que dejarse música, libros o películas entre amigos, no es piratería. Y lo mismo me da que mi amigo sea compañero de clase o un cibernauta en Singapur. Me niego a ver diferencias entre grabarle una "cassete" de las de antes a mi hermana con el último disco que me he comprado o colgarlo en la red para que se lo descarge. Por eso, tratar de poner un canon al ADSL o a servicios como RapidShare o YouSendit me parece igualmente más que discutibles. (Sin contar con que en más de una ocasión, uso esos servicios de intercambio de archivos para transportar de la oficina a casa trabajos propios sin tener que usar un pendrive...). Afortunadamente, las sentencias judiciales recientes van en ese sentido, negando el delito en la copia privada.
Derechos de autor: !El Demonio!
Llegados a este punto, es cuando llega la parte realmente importante del debate y que suele tratarse de forma sesgada. Es la razón de que se promuevan medidas imperfectas como el canon, que nos desvían de la cuestión esencial.
¡Ese es el problema! Mientras las emisoras, las televisiones, las agencias de publicidad o las tiendas de discos pagaban los derechos libremente pactados, y el consumidor no tenía la sensación de ese pago directo, nadie discutía esos derechos de autor. Como casi nadie los discute en el caso de los libros, otro producto cultural-comercial que está prohibido duplicar (no se pueden fotocopiar legalmente) pero que han mantenido su valor como objeto, entre otras cosas porque sale más caro fotocopiar un libro completo que comprar el original....Ya veríamos a dónde se iba la literatura si existiera el Top Libro...y bajaran un 64% las ventas. Algo que con los e-books puede llegar a ocurrir.Cultura y Negocio: Demagogia e Hipocresía.
Hasta aquí quería llegar. En mi opinión personal, por encima de la industria está el artista, ese gran olvidado e incomprendido. Buscando información sobre el tema, he leído auténticos "sin sentidos" confundiendo constantemente los derechos del usuario con los del creador. La mayoría de ellos, utópicos y paradójicamente injustos en sus reclamaciones de libertad. ¿Cultura Libre? ¿Copyleft?....vamos por partes, tratando de ser una vez más objetivos.
Me parece perfecto y deseable que la cultura esté al alcance de todos, y si es posible de forma gratuita. El problema es si encontraremos suficientes artistas que quieran trabajar gratis. Porque de no ser así, alguien tendrá que pagarles por su trabajo. ¿Quién? ¿El estado? El estado, nunca lo olvides, eres tú y tus impuestos. Pero a pesar de que con esos impuestos se mantienen los museos, cada vez que vas a uno pagas la entrada. Osea que pagas dos veces, indirecta y directamente. Y si vas cada día, pagas todos los días. Pagas cada vez que ves un cuadro, aunque sea siempre el mismo. ¿Y por qué no pagar cada vez que oyes una canción?
Tal vez la cultura debería ser gratuita. Y el pan, y las casas y las carreteras. Sin embargo, las autopistas de peaje, también las pagas cada vez que las usas. Y las medicinas, que son vitales, también se pagan y lo que es más, generan royalties, que son exactamente lo mismo que los derechos de autor, por la sencilla razón de que hay algunas cosas que tardan mucho en ser rentables y no se pueden cobrar de una sola vez.
La cultura y el arte son probablemente lo más importante en mi vida, después de la familia, y sin embargo no creo que sean de primera necesidad. No creo que el estado deba pagar la cultura mientras no pueda pagar casa digna y alimentación para todos. Y mucho menos aún que se deba mantener a cualquiera que se llame artista. Me niego a que cualquier rompecuerdas esté subvencionado. Para eso están (estaban) las discográficas. Por eso el estado debe garantizar que no se pierdan los derechos de quienes hacen productos culturales apostando su dinero.
Hay demasiada demagogia en el empeño de diferenciar la música del negocio, lo mismo en confundir ambos conceptos. No veo cual es el problema de que alguien que sabe hacer algo que los demás quieren pida lo que le parezca por su trabajo. Si el artista entra en el juego mercantil, acepta de hecho la ley de la oferta y la demanda. Si gusta mucho podrá pedir más por su trabajo, si no gusta tendrá que dejarlo. Pero no se porqué nadie tiene que decidir por él cuánto vale ese trabajo. Trabajo, no lo olvidemos, que nadie te obliga a comprar. Nadie te obliga a comprar discos, ni a escuchar música siquiera. Igual que nadie te obliga a comprarte un Rolex y si quieres uno, no lo compras robado en una manta. Me parece fantástico que haya artistas que cedan sus obras en Copyleft, pero esa debe ser su decisión. No veo porqué nadie tiene que trabajar por amor al arte.
Que cada cual decida su camino, pero quien decida cobrar por él tendrá que tener derecho a proteger sus intereses, haga discos o churros.
¿Por qué discriminar a los artistas frente a otros profesionales? Aceptamos que un cirujano, un arquitecto o un abogado de éxito cobre lo que le parezca, y negamos esa posibilidad al artista. ¿Es que un artista no tienen derecho a comprarse un buen coche o simplemente vivir de su trabajo? ¿De verdad creéis que un artista sólo necesita los aplausos?Así que por favor, no confundamos el canon, la SGAE y los derechos de autor.
Comentarios
sobrevalorada o no, eso depende de lo que desees algo. esa es la base del mercado, la oferta y la demanda.
es como si un día decides que no quieres el disco pero si quieres ir al concierto, pero compras la entrada robada a mitad de precio. El artista no cobra por su trabajo, el promotor tampoco, y el ladrón gana dinero.
Un saludo.
J.