En muchas ocasiones he defendido la idea de que no siempre es necesario hacer cambios en todo cuando un cliente te lo pide. Mi filosofía de trabajo es muy clara en ese aspecto: cuando empiezo a trabajar con una cuenta nueva, respeto todo lo ya realizado hasta el momento siempre que sea posible. Lo fácil es decirle al cliente que hay que cambiar el logo, el envase, el folleto corporativo...pero eso además de generar frustración, desvía recursos en repetir piezas que, aunque sean mejorables, ya están ahí y tal vez podamos dedicar ese presupuesto a acciones más rentables y urgentes.
Hoy en la feria Empack de Madrid, he conocido a Eva Minguella, una gran profesional que desde su propio estudio parece compartir algunos de estos planteamientos, y así lo defiende con afirmaciones como ...
"No siempre lo antiguo tiene valor, ni lo nuevo es siempre mejor".
Por eso, tomo prestado de su presentación de hoy un mini test que debe hacerse todo aquel que esté pensando cambiar el diseño de su packaging. Unas sencillas preguntas que básicamente servirán para saber si es necesario hacerlo:
- ¿No está a la moda?
- ¿Ha cambiado el cánon estético?
- ¿Nos fuerza la competencia con su dinámica?
- ¿Cambió el producto?
- ¿La gama está desestructurada?
Comentarios
Pero ya que sale el tema, Ortiz es uno de los packagings que más me gustan por su fuerte personalidad y el sabor nostálgico, que creo le van muy bien a su producto.
Un saludo.
J.