Justo ahora que hemos creado nuestro propio sello discográfico, parece que es el fin de ese modelo de negocio. Los discos como tal tienen los días contados, y ya no es el Top Manta el verdugo, sino la tecnología y los propios autores.
Mira a tu alrededor y verás cómo se consume la música hoy en día. Ya no existe el soporte físico. La música, es más etérea que nunca..son bits..unos y ceros, archivos informáticos.
El MP3, algo intangible, es el formato. ¿Quién quiere un objeto de 12 cms que se puede romper si tiene en un teléfono o iPod horas de música?.
Y si no hace falta un objeto como el CD, no hace falta una fábrica, ni un transportista, ni un almacén. Tampoco un tienda...ya no hace falta todo el proceso de distribución.
Y ese el el sector que realmente pierde en el negocio, y no los autores como se dice desde algunos foros. Del precio de un disco, muy poco es el que llega al autor, muy, muy poco. Son los procesos comerciales e industriales los que se llevan el gran bocado del precio de un CD.
Al perderse esos ingresos, las discográficas dejan de invertir en la promoción para la venta del disco y dejan a su suerte a los artistas.
Pero vivimos en la sociedad 2.0, y todo es posible desde un ordenador conectado a internet. Así que si las discográficas te abandonan...¿qué puedes hacer? Pues vender tú mismo tu música.
Así lo han anunciado Radiohead , que pretende vender su próximo trabajo exclusivamente mediante descargas y, al no existir costes industriales ni de intermediarios, proponen a su público pagar "la voluntad". Ese es el mercado actual. Tú decides cuando, cómo y por cuánto.
Entonces...¿para qué sirve un sello hoy en día?. Pues para controlar todo el proceso. Para poder rentabilizar todas las acciones de marketing y comunicación, y obtener ingresos por todos los conceptos, y compensar con la suma de todos, la menor cuantía de cada uno de ellos (Management, Publishing, Producción)
Lo que está claro es que el modelo tradicional de mercado ha dado un vuelco.
Ahora ya no puedes sacar un LP con dos singles buenos y ocho temas de relleno, porque las canciones se venden sueltas en las cibertiendas como iTunes. Y si eres músico tienes que trabajar todos los días, porque el mayor ingreso lo obtendrás en los conciertos.
Y ahí es donde vuelve a tener sentido el disco. Pero ya no como producto de venta, si no como promocional. Para que un concierto se llene, el público tiene que conocerte y saberse las canciones, y sin disco, eso es aún difícil.
Por otra parte, está el segmento de "coleccionistas", para los cuales, un disco siempre será un disco, pero para los que habrá que crear formatos atractivos y con extras (libretos, packs) que compensen el esfuerzo económico. Pero esos clientes se convertirán en fans.
Así pues, hoy en día un CD no tiene mucho más valor o sentido que una camiseta...pero son tan bonitos!
Comentarios
Lo cierto es que, al margen de la ilegidad que ultimamente azota al sector, esta nueva situación va a ayudar a que de una vez por todas se renueven todos los canales y a que el precio por el producto final sea más realista en relación a este.
Aparte, siempre pensé que un artista no debe acomodarse en su trabajo y que los ingresos reales de este tienen que verse reflejados por la calidad de los trabajos (de todas las pistas de sus trabajos) por la originalidad para acercarse a su público (el formato CD está obsoleto) y, sobre todo, por la puesta en escena, es decir, los conciertos.
Esa debe ser la fuente principal de sus ingresos y la medida justa por la que se valore a los artistas.
Mucha suerte, saludos.
has definido nuestra filosofía perfectamente.
Un saludo,
J.