Recientemente hemos pasado por esa experiencia que tanto le gusta a los publicitarios: ver como te rechazan una campaña.
No es por presumir, pero no nos ocurre muchas veces. Así que cuando pasa, no está de más comentarlo.
El briefing era bastante claro: una pieza promocional para el punto de venta, anunciando una oferta de regalo por compra de productos (una bandolera) . El target: jóvenes ambos sexos, urbanos, 16 a 35 años. El lugar de venta: unos grandes almacenes.
Pues como respuesta a ese briefing, presentamos la imagen que os mostramos y de la que hemos eliminado las marcas para mantener la confidencialidad de nuestro cliente.
La respuesta como decimos fue negativa, y vino acompañada de argumentos como:
Nuestra filosofía es que si al cliente no le gusta, no hay más discusión. Por eso nos pusimos a trabajar en la nueva propuesta sin más traumas. Además, es un buen cliente y la relación es excelente, así que como digo, no hay problema.
Existen creativos que se empeñan en convencer de sus gustos o criterios al cliente. Le piden que apueste (con su dinero, claro) y que se fíen de ellos. pero nosotros creemos que una anuncio tiene el mismo sentido que la decoración de su casa. Si no le gusta el verde, no le quieras pintar las paredes de ese color, porque quien va a vivir allí es él, no tú.
Por supuesto que defendemos nuestra opción inicial, pero partimos de la base que nunca no hay un único camino. Si le piden campañas a tres agencias distintas, tendrán tres caminos distintos. ¿Por qué no buscar otras opciones antes de que las busque el cliente?.
En cualquier caso, nos gustaría conocer tu opinión sobre la campaña. ¿Te gusta la imagen? ¿Crees que identifica al joven actual? ¿La habrías aceptado? ¿Qué cambiarías?
Gracias por adelantado.
No es por presumir, pero no nos ocurre muchas veces. Así que cuando pasa, no está de más comentarlo.
El briefing era bastante claro: una pieza promocional para el punto de venta, anunciando una oferta de regalo por compra de productos (una bandolera) . El target: jóvenes ambos sexos, urbanos, 16 a 35 años. El lugar de venta: unos grandes almacenes.
Pues como respuesta a ese briefing, presentamos la imagen que os mostramos y de la que hemos eliminado las marcas para mantener la confidencialidad de nuestro cliente.
La respuesta como decimos fue negativa, y vino acompañada de argumentos como:
"El tipo de la foto parece un piojoso, es un tirillas y no le ha gustado a ninguna de las chicas que trabajan en la oficina".
Nuestra filosofía es que si al cliente no le gusta, no hay más discusión. Por eso nos pusimos a trabajar en la nueva propuesta sin más traumas. Además, es un buen cliente y la relación es excelente, así que como digo, no hay problema.
Existen creativos que se empeñan en convencer de sus gustos o criterios al cliente. Le piden que apueste (con su dinero, claro) y que se fíen de ellos. pero nosotros creemos que una anuncio tiene el mismo sentido que la decoración de su casa. Si no le gusta el verde, no le quieras pintar las paredes de ese color, porque quien va a vivir allí es él, no tú.
Por supuesto que defendemos nuestra opción inicial, pero partimos de la base que nunca no hay un único camino. Si le piden campañas a tres agencias distintas, tendrán tres caminos distintos. ¿Por qué no buscar otras opciones antes de que las busque el cliente?.
En cualquier caso, nos gustaría conocer tu opinión sobre la campaña. ¿Te gusta la imagen? ¿Crees que identifica al joven actual? ¿La habrías aceptado? ¿Qué cambiarías?
Gracias por adelantado.
Comentarios
Aunque menos me gusta la mochila...
Beatriz.
Pues sí, lo he visto en sus dos versiones y en la campaña de exterior.
No he comprobado con datos la eficacia de la campaña, pero para mi forma de ver las cosas, la campaña es muy buena.
Se trata de adecuar la creatividad a las características del producto y en este caso son muy claras: un coche con lo básico que es barato, muy barato.
Pero aunque sea barato, sirve para lo mismo que los demás, desplazarse de un lugar a otro.
Por tanto, se dirige a un público que no está interesado en obtener las máximas prestaciones de un motor, en el número de gadgets tipo mp3, navegador "pijoese" o sistema electrónico de calibración de inclinación de las escobillas, y por tanto, tampoco está dispuesto a pagar por esos extras. O no quiere o no puede, que para el caso es lo mismo.
Así que el mensaje es muy claro: un coche=siete mil y pico euros.
No obstante, no desdeñan la utilización de una carga emocional, ni por supuesto, el uso de la marca paraguas Renault como garantía.
Tengo pendiente algunos post sobre spots de coches, pero estoy esperando a ver si los cuelgan en YouTube o similar, para explicarlos mejor.
Muchísimas gracias por tu comentario y tu pregunta.
Un saludo.