Parece que el mundo del marketing se asocia a la velocidad, a las prisas, y las "Dead Lines". El factor tiempo ha desaparecido y los plazos no existen. Es un reflejo de la vida moderna y el estilo "Master" de hacer negocios.
Pero tal vez exista otra alternativa. Tal vez pueda cambiarse el escenario, por uno más relajado en el que la calidad requiera su tiempo y los esfuerzos se concentren en hacer bien el trabajo propio sin mirar mucho hacia atrás.
En los años 90, en USA apareció el fenómeno del "Downshifting" que podríamos traducir como aterrizaje o ralentización. Los antiguos Yuppies de los 80 estaban "quemados" y empezaban a comprender que de tanto trabajar por llegar arriba, nunca encontraban la meta. Surge así un nuevo estilo de vida en el que el disfrute de más horas libres (incluso a cambio de menores sueldos) era una opción deseable y se prestaba más atención al bienestar personal, a la ecología, etc.
En el siglo XXI, empieza a hablarse del "Slow Marketing" , una tendencia de mercado en la que no se trata de atosigar al cliente para que compre mucho y rápido, si no que se le ofrecen experiencias y momentos compartidos. Paradigma del "Slow Marketing" son las cafeterías Starbucks con sus "salones de estar" o las librerías FNAC con su zona de lectura y audición.
¿Puede practicarse un marketing relajado y además ganar dinero? Según la teoría de W. Chan Kim y Renée Mauborgne en su libro Blue Ocean Strategy , sí.
Los autores de este libro definen dos escenarios de mercado diferentes:
En los océanos rojos, la competencia pone las reglas; en los océanos azules, la competencia se vuelve irrelevante.
Un Océano Azul se puede crear dentro de un Océano Rojo, ampliando los límites de los productos existentes. En los océanos azules se crea, más que se lucha por la demanda y permiten una oportunidad amplia para el crecimiento que es provechoso y rápido.
Pueden ser casos aislados, o tal vez teorías sin futuro, pero nosotros estamos convencidos que hay otra forma de hacer las cosas. Eficacia si necesidad de ser excesivamente agresivo. Rápido sin improvisar...como suele decirse, no confundir "Importante" con "Urgente", y en el que la estrategia bien planificada te permita improvisar cuando sea necesario.
Esto suena a "calidad de vida", ¿verdad?
Pero tal vez exista otra alternativa. Tal vez pueda cambiarse el escenario, por uno más relajado en el que la calidad requiera su tiempo y los esfuerzos se concentren en hacer bien el trabajo propio sin mirar mucho hacia atrás.
En los años 90, en USA apareció el fenómeno del "Downshifting" que podríamos traducir como aterrizaje o ralentización. Los antiguos Yuppies de los 80 estaban "quemados" y empezaban a comprender que de tanto trabajar por llegar arriba, nunca encontraban la meta. Surge así un nuevo estilo de vida en el que el disfrute de más horas libres (incluso a cambio de menores sueldos) era una opción deseable y se prestaba más atención al bienestar personal, a la ecología, etc.
En el siglo XXI, empieza a hablarse del "Slow Marketing" , una tendencia de mercado en la que no se trata de atosigar al cliente para que compre mucho y rápido, si no que se le ofrecen experiencias y momentos compartidos. Paradigma del "Slow Marketing" son las cafeterías Starbucks con sus "salones de estar" o las librerías FNAC con su zona de lectura y audición.
¿Puede practicarse un marketing relajado y además ganar dinero? Según la teoría de W. Chan Kim y Renée Mauborgne en su libro Blue Ocean Strategy , sí.
Los autores de este libro definen dos escenarios de mercado diferentes:
- El Océano Rojo: Un mercado super competitivo, en el que la cuota de mercado se consigue qutándosela a otro y en el que el factor precio es muy determinante.
- El Océano Azul: Un mercado vírgen que nadie ha tocado antes , en el que nuestro producto o servicio, por novedosos, no cuenta con competencia y el factor precio no es tan influyente.
En los océanos rojos, la competencia pone las reglas; en los océanos azules, la competencia se vuelve irrelevante.
Un Océano Azul se puede crear dentro de un Océano Rojo, ampliando los límites de los productos existentes. En los océanos azules se crea, más que se lucha por la demanda y permiten una oportunidad amplia para el crecimiento que es provechoso y rápido.
Pueden ser casos aislados, o tal vez teorías sin futuro, pero nosotros estamos convencidos que hay otra forma de hacer las cosas. Eficacia si necesidad de ser excesivamente agresivo. Rápido sin improvisar...como suele decirse, no confundir "Importante" con "Urgente", y en el que la estrategia bien planificada te permita improvisar cuando sea necesario.
Esto suena a "calidad de vida", ¿verdad?
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