He estado tentado de titular este comentario "publicidad asquerosa", porque esa es la sensación que tengo cuando veo este tipo de prácticas que degradan, y mucho, el buen nombre de la profesión.
Seguramente alguna vez habrán encontrado en su buzón un mailing similar al que aparece en la imagen. Antes que este lo he recibido con la imagen de El Corte Inglés, otras como una presunta notificación notarial, o como un resguardo de un certificado de correos, con sus colores azul y amarillo y la palabra Correo bien grande.
El denominador común: el intento de engaño al lector.
En este caso, si ves la parte exterior del sobre (en la foto, la parte superior), no queda duda de que Carrefour nos escribe para darnos un regalo. Y si leemos el texto de dentro, seguiremos pensándolo, a no ser que leamos la letra pequeña, pequeñísima, que aparece al final y que en la foto está destacada en la parte baja:
"La marca "Carrefour" es propiedad exclusiva de su titular y únicamente se corresponde con el regalo promocional indicado, y NUNCA con el producto final de esta promoción"
Pero gráficamente, está bien claro que la utilización del logotipo y los colores de la citada empresa no son casualidad.
El mecanismo es sencillo: Con el objetivo de atraer a un incauto a una reunión en la que tratarán de colocarle una enciclopedia, una vajilla, o un bungalow en la playa de multipropiedad, se le hace saber "al afortunado" que ya tiene un premio concedido, de hasta 1100 Euros SIN HACER NADA. Luego, se compran tantas tarjetas regalo como asistentes confirmen su visita en Carrefour, y ya está.
¿Fácil ganar dinero, no? Bueno, en la letra pequeña aclara que el premio puede ser de 30 euros sólo, pero VENDE MÁS decir que son 1100 euros, que en el improbable caso que se le entregue a alguien será porque previamente haya realizado una compra por un valor muy superior.
Eso sí, en ocho líneas de texto nombran DOS VECES las palabras ACTA NOTARIAL para demostrarnos la veracidad de la promoción.
Por supuesto, la empresa responsable "INTELPROM" no aparece en los buscadores de internet, ni indica su razón social, domicilio, cif, teléfono o cualquier otro dato público que la identifique como anunciante.
Me cuesta creer que Carrefour permita la utilización tan descarada de su marca por muchas tarjetas regalo que venda, por lo que supongo que si llegan a enterarse tomarán las medidas pertinentes. Si fueran clientes míos se lo recomendaría encarecidamente.
Lo que más lástima, o rabia me da, es pensar que con los años que llevan realizando estas acciones fraudulentas y con el coste que tienen, tienen que estar obteniendo rendimiento seguro, es decir, que hay un gran mercado de incautos.
Comentarios