Hace unos días hablabamos de las campañas de televisión que se apoyan en las historias y experiencias de los consumidores para realizar los anuncios.
En esta ocasión os presentamos la campaña de buzoneo que está llevando a cabo Knorr para ofrecer un libro de recetas creadas por los consumidores y consumidoras del "doble caldo".
En ambos casos se trata de involucrar emocionalmente al usuario con la marca, en hacerle partícipe del producto, compartir su historia, en definitiva, convertirle en el primer prescriptor del producto.
Algunas marcas, por su status de "Love Mark" no necesitan este tipo de publicidad porque ya han alcanzado el objetivo de enamorar a su público, público que en muchas ocasiones es sólo potencial.
Para el resto de marcas, este tipo de comunicación permite estrechar los vínculos entre su público objetivo y hacerse con un huequecito en su corazón. Quizá nadie llegue a presumir de utilizar una marca de caldo, pero si interiormente lo siente como algo cercano, habrán logrado su objetivo.
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