Pocos negocios o sectores son tan rancios como el bancario, tan ásperos, tan fríos. Tal es así que en todos los manuales de publicidad, desde que lo propusiera el maestro Ogilvy , indican la necesidad de mostrar siempre el lado humano del servicio, con gente sonriente por todas partes.
Trabajan con números y algo tan prosaico como el dinero. Y aunque el dinero es atractivo para todo el mundo, cuando se trata de un banco se asocia más a la falta de él que a su abundancia.
Por si fuera poco, internet ha conseguido que "ir al banco" sea ya algo realmente pesado y anticuado.
El problema es que cada vez que un cliente deja de visitar una sucursal, se enfría la relación, se rompe el vínculo de fidelización y, lo que es peor, sitúa al banco en términos objetivos de rentabilidad y eficacia. Eso supone que el cliente percibe a todos los bancos de forma objetiva y por igual, y cambiar a una oferta mejor es cuestión de un "click".
Por eso, es destacable ver la apuesta que el BBVA hace por modernizar su forma de llevar el negocio al cliente, con las tiendas de conveniencia integradas en sus oficinas.
La oficina inaugurada en Madrid en la calle María de Molina, es la primera de ellas, y ya desde lejos sorprende por su doble bandera, BBVA y Juan Valdez, la cadena de cafeterías especializadas en café de Colombia.
Ya dentro, y en una decoración totalmente inusual para un banco, comprobamos que existen otros productos y servicios, como telefonía móvil de Movistar o Agencia de Viajes.
Así, ir al banco puede resultar tan agradable como ir de tiendas.
Una gran idea, que se encuadra en la tendencia actual del "marketing de experiencia" , es decir, convertir la compra en una cadena de sensaciones que aporte una satisfacción al consumidor más allá de la propia venta.
Será interesante comprobar si el modelo funciona, se extiende al resto de oficinas y si la competencia reacciona en el mismo sentido.
Trabajan con números y algo tan prosaico como el dinero. Y aunque el dinero es atractivo para todo el mundo, cuando se trata de un banco se asocia más a la falta de él que a su abundancia.
Por si fuera poco, internet ha conseguido que "ir al banco" sea ya algo realmente pesado y anticuado.
El problema es que cada vez que un cliente deja de visitar una sucursal, se enfría la relación, se rompe el vínculo de fidelización y, lo que es peor, sitúa al banco en términos objetivos de rentabilidad y eficacia. Eso supone que el cliente percibe a todos los bancos de forma objetiva y por igual, y cambiar a una oferta mejor es cuestión de un "click".
Por eso, es destacable ver la apuesta que el BBVA hace por modernizar su forma de llevar el negocio al cliente, con las tiendas de conveniencia integradas en sus oficinas.
La oficina inaugurada en Madrid en la calle María de Molina, es la primera de ellas, y ya desde lejos sorprende por su doble bandera, BBVA y Juan Valdez, la cadena de cafeterías especializadas en café de Colombia.
Ya dentro, y en una decoración totalmente inusual para un banco, comprobamos que existen otros productos y servicios, como telefonía móvil de Movistar o Agencia de Viajes.
Así, ir al banco puede resultar tan agradable como ir de tiendas.
Una gran idea, que se encuadra en la tendencia actual del "marketing de experiencia" , es decir, convertir la compra en una cadena de sensaciones que aporte una satisfacción al consumidor más allá de la propia venta.
Será interesante comprobar si el modelo funciona, se extiende al resto de oficinas y si la competencia reacciona en el mismo sentido.
Comentarios
Me imagino la gente diciendo... oye aue hacemos el sábado? No sé podemos ir a Zara, Mirarnos un viaje y pasar a ver las novedades del Banco qué me dices? jejjee
En cualquier caso, estoy contigo con la importancia y con la tendencia de gran valor del marketing de la experiencia-..No hay que olvidar que Comprar es una experiencia en sí...
Un saludo a los Apasionadps del Marketing...
gracioas por tu visita y comentario, como siempre.
ir de compras es el principal modo de ocio de muchas familias españolas actuales. De ahí el éxito de los grandes centros comerciales. Paradójicamente, como suele ocurrir, frente a los agioreros que pronosticaban que internet y las cibertiendas acabarían con ello.
Así que no está de más renovar los conceptos.
Un saludo.
Yo iría a Workcenter. es más práctico.
Saludos.
Yo lo que pasa es que al banco no voy nunca. Desde que prácticamente todo se puede hacer a través de internet...
Y tomar un café en el bar, cada vez menos... Porque a pesar de que me gusta mucho el café, y me gusta mucho tomarlo en la barra del bar, me asquea que, por 5 minutos que estoy en el bar, se me impregne en el pelo y en la ropa el pestuzo a tabaco que hay en todos los bares. Ya ni voy.
La cafetería está totalmente integrada en la sucursal, de hecho, destaca más la cafetería que el banco.
Y el café es del bueno...jeje.