¡Hágalo usted mismo! Seguro que no es tan difícil. Con un ordenador, una cámara digital y una impresora color es fácil montar una anuncio para su negocio. Por ejemplo:
El cartel que he escaneado para este post es auténtico. La semana pasada apareció pegado con cinta adhesiva en farolas, paredes y paradas de autobús en mi barrio. Toda una campaña local (sancionable administrativamente, eso si) pero que demuestra que el gerente del local cree en la publicidad y se esfuerza por ofrecer un producto competitivo. Se trata de un bar cafetería situado en un callejón estrecho sin visibilidad desde la calle principal del barrio.
Es comprensible, que con la crisis que hay se trate de ahorrar costes, y aunque se sea consciente de la necesidad de anunciar de alguna manera un negocio, no haya podido consultar con nigún profesional del diseño y la publicidad.
Un publicitario le habría sugerido más cosas, por ejemplo que pusiera el precio competitivo de ese menú a base de aperitivos, un slogan o algo así, pero eso ya sería perfeccionsmo. Un perfeccionismo que justifica que cobre por su trabajo, aunque con frecuencia se ponga en entredicho. Debemos de ser el sector al que más se le discute su opinión, se corrige y se cambian criterios. Pero la formación y la experiencia, sirven para algo.
Si alguna vez necesita alguna acción de marketing y comunicación, le recomiendo que piense que igual que en su trabajo la formación y experiencia sirven para algo, hay profesionales de la publicidad. Si no puede pagarlos, tal vez acabe saliendole más caro no hacerlo. Pero si aún así decide hacerlo por su cuenta, localice a algún conocido al que pedirle el favor o intente informarse un poco. Lea libtros, consulte en internet, y en peor de los casos, copie. Busque un anuncio que le atraiga por algo, y cambie las fotos por las suyas, los textos por los de su oferta...¡y la dirección y teléfono, claro!
Pero no crea que es tan fácil como parece. Será mejor para usted.
El cartel que he escaneado para este post es auténtico. La semana pasada apareció pegado con cinta adhesiva en farolas, paredes y paradas de autobús en mi barrio. Toda una campaña local (sancionable administrativamente, eso si) pero que demuestra que el gerente del local cree en la publicidad y se esfuerza por ofrecer un producto competitivo. Se trata de un bar cafetería situado en un callejón estrecho sin visibilidad desde la calle principal del barrio.
Es comprensible, que con la crisis que hay se trate de ahorrar costes, y aunque se sea consciente de la necesidad de anunciar de alguna manera un negocio, no haya podido consultar con nigún profesional del diseño y la publicidad.
Que no tenga ningún diseño, los textos estén desordenados, en mayúscula que dificulta la lectura y con la tipografía más odiada por los diseñadores del mundo es perdonable. Pero ya que va a gastar papel y tinta, y arriesgarse a que le multe el ayuntamiento, al menos...¡que ponga la dirección!
Un publicitario le habría sugerido más cosas, por ejemplo que pusiera el precio competitivo de ese menú a base de aperitivos, un slogan o algo así, pero eso ya sería perfeccionsmo. Un perfeccionismo que justifica que cobre por su trabajo, aunque con frecuencia se ponga en entredicho. Debemos de ser el sector al que más se le discute su opinión, se corrige y se cambian criterios. Pero la formación y la experiencia, sirven para algo.
Si alguna vez necesita alguna acción de marketing y comunicación, le recomiendo que piense que igual que en su trabajo la formación y experiencia sirven para algo, hay profesionales de la publicidad. Si no puede pagarlos, tal vez acabe saliendole más caro no hacerlo. Pero si aún así decide hacerlo por su cuenta, localice a algún conocido al que pedirle el favor o intente informarse un poco. Lea libtros, consulte en internet, y en peor de los casos, copie. Busque un anuncio que le atraiga por algo, y cambie las fotos por las suyas, los textos por los de su oferta...¡y la dirección y teléfono, claro!
Pero no crea que es tan fácil como parece. Será mejor para usted.
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