Existen millones de weblogs en la llamada "blogosfera", algunos son corporativos, como este que lees, y otros son experimentos tan excitantes como el reciente ganador del premio al mejor blog del mundo "Más respeto, que soy tu madre".
Inicialmente nacieron como un medio de expresión personal y libre, pero en muy poco tiempo se han multiplicado y algunos reciben miles de visitas diarias, sirviendo millones de páginas al mes. Por eso, se han convertido ya en un medio más y como todos los medios, susceptibles de alojar publicidad en ellos.
Lo último es apuntarse al "con o sin".
Los partidarios de NO incluir publicidad en sus páginas se identifican con el búho de "ad-free blog" que significa:
1) Me opongo al uso corporativo de los weblogs
2) Creo que el uso corporativo devalúa el medio.
3) No acepto dinero de retorno por mi espacio publicitario.
Por otra parte están los que sí aceptan publicidad, con su "conejito" Pro ad-blog, que replican:
1) No me opongo al uso de publicidad en los blogs.
2) Creo que ganar dinero de mi blog es una excelente motivación para escribir mejores posts.
3) No tengo problema con las personas que deciden no poner publicidad en sus weblogs.
4) Que soy responsable de la publicidad que aparece en mi blog.
Nosotros por principios, no podemos sumarnos a ninguna de las dos iniciativas, puesto que si bien no estamos interesados en usar nuestro espacio como medio publicitario de otras empresas, sí lo empleamos para comunicar sobre nuestra propia compañía, lo que se consideraría uso comercial del mismo, supongo...
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